Conmovedora, entrañable, muy humana, no romantiza la enfermedad, al contrario la describe muy real y por momentos de manera cruda. Te llega al alma, te estremece y te hace replantear o, por lo menos, pensar en la vida y en lo que hacemos con ella; en todo lo que las mujeres abandonamos por otros, por otro, y nos olvidamos de nosotras y de los sueños.